La multinacional General Motors (GM) anunció ayer el cierre definitivo de la factoría de Opel en Amberes (Bélgica) y garantizó la continuidad de la planta española de Figueruelas (Zaragoza) como una pieza importante de su filial automovilística europea. Amberes será la única factoría del grupo Opel que se clausurará en Europa, pero el director general de Opel Europa, Nick Reilly, advirtió de que todas las demás sufrirán despidos y que la capacidad del grupo deberá reducirse en un 20%. La reestructuración de Opel implicará la supresión de 8.300 de sus 48.000 puestos de trabajo. El recorte de plantilla en Figueruelas afectará a 900 personas, según el plan de GM.

La factoría de Amberes, con una plantilla de unos 2.600 trabajadores, se cerrará en el plazo de unos pocos meses, una vez concluya la producción programada, según indicó Reilly. Aunque la planta belga se temía condenada de antemano, la confirmación del cierre cayó como un mazazo sobre los trabajadores y sobre Bélgica. Ante el elevado nivel de subcontratación de piezas a la industria auxiliar, los sindicatos estiman que la destrucción final de empleos directos en Bélgica será tres veces superior.

REDUCCION DEL MERCADO Reilly afirmó que el cierre de la planta de Amberes era la "única solución lógica" para poder asegurar un futuro viable para el conjunto del grupo Opel (incluida la británica Vauxhall). GM estima que durante este año se venderán en Europa 1,5 millones menos de vehículos que en el 2009 y unos 4 millones menos que en el 2007. Por ello, "para asegurar la sostenibilidad de la compañía a largo plazo, Opel necesita reducir su capacidad aproximadamente en un 20%", explicó el alto ejecutivo.

El cierre de Amberes es el "primer paso" de un amplio programa de reestructuración de Opel que GM presentará a lo largo de las próximas semanas y que afectará a todas las factorías del grupo, con "reducciones de plantilla, capacidad productiva y costes". GM está negociando con los gobiernos europeos la concesión de 2.700 millones de euros de ayuda pública para Opel.

Figueruelas, que emplea a unos 7.000 trabajadores, cuenta con un "buen plan" de viabilidad, explicó Reilly. "La continuidad de la factoría de Figueruelas es una pieza importante" para el futuro de Opel, añadió, aunque eso no la eximirá de los sacrificios laborales que deberán soportar todas las plantas del grupo. Alemania, que emplea a la mitad de los trabajadores de Opel, perderá 4.000 empleos.

La Confederación Europea de Sindicatos criticó la decisión de GM y le reprochó que traslade a Corea del Sur la producción del nuevo todoterreno prometido a Amberes. Los sindicatos belgas hicieron un llamamiento a la solidaridad de los trabajadores de las otras factorías del grupo para luchar contra el cierre.

PARO EN SEAT Mientras, en la planta de Seat en Martorell estalló ayer la tensión. El personal de oficina y de apoyo a los operarios se rebeló contra los 330 despidos anunciados por la dirección y contra el acuerdo del comité de empresa de aplazar las movilizaciones hasta el lunes. El bloqueo del acceso de camiones con piezas paralizó en pocas horas la fábrica y dejó inactivas las tres líneas de producción.