La firma automovilística alemana Opel ha firmado un principio de acuerdo con los trabajadores de su planta belga de Amberes para la creación de un grupo de trabajo que se dedicará a la búsqueda de un inversor que se haga cargo de la instalación, informó hoy la empresa, que apuntó que en el caso de que en septiembre no se haya encontrado ningún comprador se procederá al cierre de la fábrica a finales de año.

Opel indicó que este grupo de trabajo estará liderado por el Gobierno flamenco y en él trabajarán conjuntamente la marca automovilística y los representantes de los trabajadores a la hora de buscar un inversor que se haga cargo de la fábrica, en la que en la actualidad trabajan más de 2.600 empleados.

La filial alemana del grupo General Motors apuntó que en el caso de encontrar una compañía interesada en la planta de Amberes, ésta será la responsable del empleo en la instalación. Asimismo, apuntó que si no se encuentra una empresa interesada, se aplicará el plan social preestablecido para los restantes trabajadores de Amberes y la factoría se cerraría a finales de año.

El consejero delegado de Opel/Vauxhall, Nick Reilly, se mostró "muy satisfecho" por la votación llevada a cabo en la planta en la que los trabajadores apoyaron un plan social para la instalación, que supone que un "número significativo" de empleados dejarán la fábrica antes del próximo mes de junio.

Reilly indicó que esta votación permite terminar con la incertidumbre a la que estaban haciendo frente los empleados de la planta belga. "La fábrica está situada en una localización de lujo en el puerto de Amberes y debería ser del interés de varios potenciales negocios", añadió.

Asimismo, el consejero delegado de Opel/Vauxhall dijo que este acuerdo con los sindicatos de Amberes es un hito en el camino hacia el éxito de la compañía y se mostró confiado en que la empresa podrá alcanzar un acuerdo con los representantes de los trabajadores en toda Europa en relación con las reducciones de costes.