Los presupuestos más difíciles desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al Gobierno central --por su contenido y por la dura negociación con el PNV que debe facilitar su aprobación-- recibieron ayer una sonora pitada por parte del resto de grupos parlamentarios. Probablemente incluso mayor de la que habitualmente suelen recibir los proyectos de cuentas públicas, sean del Ejecutivo que sean.

Como acertó a apuntar el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, el líder del Ejecutivo socialista parece tener asegurada "vida política" hasta el final de la legislatura gracias al acuerdo con los nacionalistas vascos. Pero como él mismo advirtió, el final de su mandato amenaza con estar marcado por "la inestabilidad y la falta de confianza".

Prueba de ello es que el propio PNV lanzó ayer una amenaza al Gobierno. La transferencia de las políticas activas de empleo al País Vasco solo eran la "condición previa para sentarse a negociar" y el Gobierno "no tiene" los votos asegurados y está obligado a seguir negociando, aseguró el presidente del partido en Vizcaya, Andoni Ortuzar. Su partido, argumentó, todavía no conoce los detalles del proyecto, así que no puede darle su visto bueno.

MAS CRISIS El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, defendió, por su parte, que las cuentas públicas "prolongan la agonía de la crisis". Sus efectos, citó, serán más paro, mayores impuestos y más injustos para las clases medias, congelación de las pensiones, menores servicios públicos para los ciudadanos, y el "cierre" de la inversión en infraestructuras.

Todo ello, continuó el dirigente popular, basado en unas perspectivas económicas que pecan de exceso de optimismo y no resultan creíbles. "Son los presupuestos que más sacrificio suponen para el ciudadano medio, porque el Gobierno no es capaz de ser suficientemente austero en una situación de crisis", remachó durante una comparecencia en la sede del PP que tuvo lugar al mismo tiempo que la vicepresidenta económica explicaba las cuentas en La Moncloa.

Igualmente crítico se mostró Duran Lleida, para quien son unos presupuestos "continuistas" que no contienen "ninguna medida que ayude a la recuperación económica". El líder convergente se mostró especialmente crítico con la subida de impuestos a las rentas altas.

El Ejecutivo, clamó, "solo se atreve a castigar a las rentas de los trabajadores, a las profesiones liberales y a las clases medias. Es pura demagogia", acusó. También cargó contra la suspensión de la ampliación del permiso de paternidad, una medida impulsada por CiU, aprobada en octubre del 2009 y que se demoró hasta el 1 de enero del 2011 por decisión del Gobierno.

PRESUPUESTOS DE DERECHAS Los partidos de izquierda hicieron hincapié en el carácter "antisocial" del proyecto. Todo el peso del recorte del déficit público recae en las políticas sociales, acusó Joan Ridao, portavoz parlamentario de ERC. La subida del IRPF, aseveró, es solo "testimonial", pues lo que hace falta es una reforma fiscal progresiva y equitativa. "Es insólito que en estos momentos las rentas del trabajo y el ahorro paguen el 37% y el capital, el 20%", criticó.

Para Joan Herrera, diputado y secretario general de ICV, las cuentas públicas suponen un motivo más para secundar la huelga general del próximo miércoles. Condenan al país, argumentó, al "estancamiento económico", incluyen una subida del IRPF "anecdótica", y suponen un anticipo de nuevos recortes, como la subida de la edad de jubilación a los 67 años.

AL DICTADO Gaspar Llamazares, diputado de IU, acusó al Gobierno de actuar al dictado. Los presupuestos, afirmó, "son una réplica de la plantilla del Ecofin (el Consejo de Economía y Finanzas europeo) y del Fondo Monetario Internacional (FMI)". Y todo ello aceptado a pesar de que supongan un golpe "brutal, sin compasión" a los más débiles, apuntó Llamazares, sobre todo a los desempleados.

En la misma línea, Francisco Jorquera, diputado de BNG, acusó al Gobierno de "aplicar obedientemente las recetas del FMI, de los poderes financieros, de la UE y de la derecha económica" con unos presupuestos "raquíticos y desnutridos".