Orange propuso ayer una fórmula para aliviar el esfuerzo inversor que hacen las operadoras de telecomunicaciones en infraestructuras: abrir la puerta a la inversión pública. El consejero delegado de la tercera operadora española, Jean-Marc Vignolles, se mostró partidario de estudiar formas de "colaboración conjunta" con las administraciones, "combinando inversión privada y pública". Vignolles explicó, en el marco del Encuentro de Telecomunicaciones en Santander, que estas inversiones conjuntas podrían destinarse, por ejemplo, a desplegar redes de banda ancha fija en zonas poco rentables para las operadoras o al cableado de edificios. El consejero delegado de Orange dijo que las nuevas redes requieren entre 6.000 y 8.000 millones de euros al año para su despliegue. Esos proyectos generarán empleo y fomentarán la creación de empresas.