En un principio fueron los alumnos. Bueno, no, en un principio (1982) fue ayudar a los muchachos que, sin estudios elevados, querían ganarse la vida en aquello que les hacía ilusión: la mecánica. Los que peleaban por salir adelante en ese sector, se enrolaban en un taller y se convertían en aprendices y autodidactas, como la inmensa mayoría de los profesionales de esa rama. La Escuela Monlau fue pionera, en 1982, en la creación de unas aulas de aprendizaje en la que los jóvenes que pretendían ganarse la vida en esto tenían la posibilidad de hacerlo a partir, no solo de enseñanzas y talleres prácticos, sino también con clases teóricas sobre las materias que iban a trabajar diariamente.

Si todo empezó por la enseñanza, en plan modesta universidad del mundo del motor, era lógico que, al final, teniendo como patronos a expilotos de la talla de Dani Amatriain y Emilio Alzamora, en algún momento se llegase a la competición. Y fue, en 1998, cuando nació Monlau Competición y empezaron a correr. Y a ayudar a jóvenes, casi niños, pilotos. Y a colocar a sus alumnos en los equipos de carreras, en principio de motos y ahora ya de motos, de kárting, de monoplazas, de turismo, de resistencia y de lo que sea.

Ese Monlau, que ha creado escuela, y nunca mejor dicho, ha decidido dar ahora el paso más complicado, pero necesario, no para el prestigio y evolución de este curioso colegio, no, sino porque lo requiere la competición, el mercado y porque es necesario que aquel ramillete de técnicos, de ingenieros, de muchachos interesados en ser los mejores en lo suyo tengan donde aprender y, fundamentalmente, especializarse en algo tan complicado como la ingeniería de competición, sea en su versión de motos como en los coches.

"Han sido los muchachos los que nos han empujado a esta aventura", cuenta Emilio Alzamora en las nuevas instalaciones que recibirán, a partir del próximo primero de marzo y hasta el 15 de noviembre, a los alumnos del Masters. "El principal objetivo de nuestra escuela es dar la oportunidad a jóvenes estudiantes de Ingeniería, ingenieros y profesionales con experiencia a formarse como verdaderos especialistas en motocicletas y automóviles de competición en todas sus especialidades y, sobre todo, guíados por profesionales de cada una de las especialidades, de los equipos profesionales y empresas que actúan en el motorsport directa (campeonatos) o indirectamente (Industria)".

Jaime Serrano es el director académico del proyecto. "Sabemos que los ingenieros que hagan este Masters vendrán ansiosos por aprender, entre otras razones porque saben que los conocimientos que podemos enseñarles aquí o los adquieren con la practica (y eso es muy difícil porque siempre te piden estudios y experiencia) o no van a poder disfrutar de su ilusión", señala Serrano, que tendrá como mano derecha del Master a Modest Guerola, diseñador industrial y veterano de Monlau.

El ingeniero Xavier Soldevila, técnico cotizado en el Mundial de motociclismo, figura relevante en equipos como Derbi Racing Team y KTM Motorsport, será el coordinador del Masters de las dos ruedas. "Los pilotos españoles, que desde siempre han sido legión en el Mundial, agradecen tener a su lado un ingeniero español y el sueño de este Master que empezaremos en marzo es tener algún día a alguno, o varios, de nuestros alumnos en ese prestigioso circo, aunque pueden encontrar trabajo en campeonatos inferiores, cada vez más profesionalizados, y en las competiciones de promoción". Soldevila sabe lo que dice pues el pequeño, veloz y futurible campeón del mundo catalán, Marc Márquez, ha sido uno de sus pilotos.

CUATRO RUEDAS En el apartado de las cuatro ruedas, en clara ascendencia desde que Fernando Alonso y ahora Jaume Alguersuari han puesto de moda el mundo de la competición y la F-1, el responsable será Daniel Gratacos, otro ingeniero con mucha experiencia en los garajes de carreras. Actualmente es ingeniero del Euro F3 Open y Data Engineer de la A1GP con el equipo de Suiza y está vinculado también al equipo Carlin Motorsport de las World Series, una de las competiciones de mayor prestigio en la antesala de la F-1.

"Me hace una ilusión tremenda participar, ya no dirigir o supervisar, este Master", señala Gratacós, que saca horas de donde no tiene. "La razón fundamental, como ha señalado Serrano, es que cuando estas metido en el mundo de las carreras encuentras a faltar una formación académica sobre un sector tan especializado como este. Cierto", continúa señalando Gratacós, "puedes ponerte al día mientras trabajas, estar con todos los ojos y oídos abiertos, pero si, previamente, has recibido una formación en las materias que te son más desconocidas tu aprendizaje será casi inmediato y tu equipo sacará mayor rendimiento de tus conocimientos". Gratacós es, en ese sentido, un firme admirador de Alzamora "porque se ha atrevido a jugarse el tipo en el momento más crítico y está dispuesto a ayudar a los jóvenes que sueñan con ser ingenieros de carreras, algo muy difícil".

ILUSIONANTE Alzamora, que seguirá intentando que su pupilo Marc Márquez se convierta el próximo año en flamante campeón del mundo de 125cc, prefiere ahora seguir hablando de su ilusionante proyecto. "Después de diez años de mecánica de competición, creíamos muy necesario dar un salto e intentar, además de colocar a varias docenas de mecánicos en el sector de la competición, crear ingenieros de carreras".

Alzamora, que completa su plantilla de maestros ingenieros con Xavier Palacin y Sergi Borrull, vio la oportunidad cuando el Mundial de motociclismo decidió dar el paso a una nueva categoría, bautizada como Moto-2, que este año sustituirá a las cilindrada de 250cc. "Van a ser unas motos que, en principio, tendrán mucho de artesanal pues cada escuderia podrá diseñar y fabricarse su chasis, suspensiones y demás partes de la moto. Solo el motor será igual para todos. Eso significa que se abre un nuevo campo para todos y, muy especialmente, para los futuros ingenieros de carreras". Al excampeón se le ve, se le nota, como un niño con zapatos nuevos. Y las manos manchadas de grasa.