La bolsa española cerró la sesión de ayer con una caída del 1,48%, arrastrada, una vez más, por la banca. Todos los valores del Ibex 35, salvo cuatro de ellos, cerraron en negativo; pero los números rojos de las entidades financieras fueron los que marcaron la pauta. El Santander retrocedió el 2,58% afectado por la fuerte caída del banco norteamericano Sovereing (del que la entidad española posee el 25%) por su grado de exposición a las hipotecas basura de EEUU.

El sector financiero español, en su conjunto, retrocedió el 2,11%, con descensos en las cotizaciones de Popular y Banesto (el 1,28%), Bankinter (el 1,61%), Banco Sabadell (el 1,51%) y BBVA (el 1,44%). El resto de los principales descensos fueron para ACS, Criteria y Gamesa. Telefónica perdió el 0,72%. En el lado de las subidas, solo se situaron Iberia, Enagás y Endesa. Mapfre terminó plana. En concreto, el Ibex se situó en el nivel de los 11.327,10 puntos y anotó el mayor retroceso de las plazas europeas, donde París cayó el 1,01% y Fráncfort, el 0,72%. En Londres era festivo. El euro se depreció hasta cambiarse a 1,478 dólares y el barril de petróleo Brent subió por encima de los 115 dólares. Desde el inicio de la sesión, la bolsa española arrancó con pérdidas superiores al 0,50%, encabezadas por el retroceso de los títulos del Banco Santander y del resto de grandes valores, que contagiaron a buena parte del parquet.

La apertura a la baja de la Bolsa de Nueva York, que perdía en torno a un punto, por el encarecimiento del crudo y la reaparición de los temores financieros, no hizo más que incrementar las pérdidas. La quiebra del pequeño banco estadounidense Columbian Bank, las posibles pérdidas de 2.400 millones de la aseguradora AIG por la crisis hipotecaria, el interés coreano por Lehman Brothers y las dificultades para encontrar financiación para Fannie Mae y Freddie Mac, lo que hace cada vez más próxima una operación de salvamento del Gobierno, contribuyeron a lastrar los valores.