Los países del euro están de acuerdo en mantener las medidas extraordinarias de impulso económico hasta 2011, cuando, si se confirma la recuperación, empezarán a retirarlas de manera coordinada. Esta decisión fue adoptada hoy por los ministros de Finanzas del área (Eurogrupo) y respaldada por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), durante una reunión celebrada en Gotemburgo (Suecia).

La mayoría de las economías europeas, España incluida, están registrando espectaculares incrementos de los déficit y deuda públicos, como consecuencia de las cuantiosas ayudas al sector financiero y del incremento del gasto para impulsar la actividad y hacer frente al avance del paro.

Dada la fragilidad que todavía muestra la economía europea, el Eurogrupo concluye que "no ha llegado el momento de retirar los estímulos", según ha explicado al término del encuentro el presidente de este foro informal, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker.

Posición de Almunia

Desde la Comisión Europea, el titular de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, ha señalado que "hay que discutir ahora (cómo poner fin a los estímulos de manera coordinada), pero el momento de aplicarlo será cuando la recuperación esté más clara".

Esto sucederá, según el comisario, cuando el crecimiento se vea de nuevo impulsado por la demanda interna y externa, sin apoyo de medidas excepcionales como las que ahora están en vigor en la mayoría de países.

Política monetaria

Respecto de la política monetaria, Trichet reseñó que la prioridad del BCE sigue siendo garantizar la estabilidad de precios, algo que por el momento no ve en peligro, por los bajos niveles de inflación.

También la vicepresidenta segunda del Gobierno español, Elena Salgado, opinó que "2011 puede ser un buen año" para la supresión de las iniciativas extraordinarias de reactivación, siempre que se confirme el inicio de la recuperación, que situó en la segunda mitad del año próximo.

Situación en España

Salgado dejó claro que la subida fiscal que acaba de aprobar el Gobierno no contradice esta estrategia y recordó que hay más países europeos que han decidido elevar los impuestos.

Por otra parte, tanto Juncker como Almunia incidieron en que las medidas tendentes a sanear las arcas públicas, cuando finalmente se adopten, tendrán que ir acompañadas de un impulso decidido a las reformas estructurales, para elevar la capacidad de crecimiento -muy mermada tras la recesión- y aumentar la resistencia de la economía ante crisis futuras.

Potencial de crecimiento

Dijeron, a este respecto, que el potencial de crecimiento del área del euro ha caído con la crisis al entorno del 1% y advirtieron de que, si no se toman medidas, no rebasará el 1,5% los próximos años, una tasa insuficiente para afrontar los retos derivados del envejecimiento y reducir el desempleo.