Los ministros de Finanzas de los ocho países más industrializados del mundo (G-8) aseguraron ayer que la economía mundial crecerá a altos ritmos este año a la vez que abogaron por la paulatina disminución de las diferencias entre países ricos y pobres. En un comunicado conjunto se expresó la confianza de los responsables financieros en el desarrollo estable de la economía mundial y se destacó el imperativo de seguir "aplicando medidas que contribuyan a suavizar de modo paulatino los desequilibrios globales y propicien el crecimiento estable de la economía".

Los ministros apoyaron la decisión del Fondo Monetario Internacional (FMI) de condonar desde enero pasado la deuda de los 19 países más pobres. El comunicado destacó que los indicadores de actividad económica y las mejoras en la política presupuestaria y fiscal permitirán a Rusia unirse al resto de países en la financiación del desarrollo para los países más pobres.