Panasonic ha decidido producir la aspiradora modelo 6.000 en una fábrica de China, y no en la planta de Celr (Girona) como estaba previsto. La compañía argumenta que se trata de un modelo de gama media, mientras que la fábrica gerundense se dedica a productos de mayor calidad. Sin embargo, un portavoz de la multinacional reconoció que los productos fabricados en Celr no pueden competir en precios con los que se fabrican en países con costes de producción inferior.

El portavoz admitió que la situación de esta planta es similar a la de otras empresas como Philips y Samsung, que han anunciado el cierre de sus centros en Cataluña. La presidenta del comité de empresa, Margarita Pichardo, lamentó que los esfuerzos de los empleados para quedarse con la fabricación de la aspiradora no hayan funcionado.

Mientras, los trabajadores de Samsung en Palau-solit i Plegamans (Barcelona) no dan el cierre por hecho. Ayer, la plantilla, el comité de empresa y las federaciones del metal de los sindicatos de CCOO y UGT, acordaron empezar las negociaciones y las movilizaciones "tan pronto como los directivos de la multinacional surcoreana presenten el expediente de regulación.