El ministro francés de Economía y Finanzas, Francis Mer, advirtió ayer de que ciertos países de la zona euro estarían hoy en una situación "mucho menos cómoda" que la que presentan las cifras económicas de Francia si no recibieran "mucho más dinero" que otros de los fondos comunitarios. Con estas declaraciones, el titular de Economía salía en apoyo del primer ministro francés, Jean-Pierre Raffarin, en su enfrentamiento con la Comisión Europea sobre el déficit público francés.

Mer dijo que su Estado no quiere abandonar la disciplina común europea, pero pidió que ésta pueda reinterpretarse política y económicamente. El comisario europeo de Competencia, Mario Monti, dijo por su parte, desde la localidad italiana de Cernobbio, que es necesario aplicar las reglas previstas en el pacto de estabilidad y de crecimiento, con el uso eventual de sanciones.

DEFENSA DE LAS SANCIONES

"Cuando hay unas reglas, es importante que se apliquen con igualdad en su tratamiento", indicó el comisario. Y, para despejar posibles dudas, insistió en que será necesario "proceder con las sanciones previstas", tras ser preguntado sobre los presupuestos franceses para el 2004.

Por su parte el presidente español, José María Aznar, alardeó ayer de la gestión económica de su Gobierno en el foro Ambrosetti, cita anual que reúne a la élite empresarial italiana, con dirigentes de la política internacional. "Muchos han hablado del milagro español, pero éste sólo es consecuencia de las políticas adecuadas", dijo Aznar en una conferencia, en la que estaba el primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin.

Aznar defendió el pacto de estabilidad y dijo que el "sueño de la locomotora europea no se ha producido" porque los países de la UE no han hecho las reformas económicas y privatizaciones que ha desarrollado el Ejecutivo que él preside.