La desaceleración económica ya se ha trasladado de lleno al empleo con un aumento del paro en 246.600 personas en el primer trimestre, lo que ha elevado el número total de desempleados hasta 2.174.200, mientras que la tasa de paro ha crecido más de un punto hasta el 9,6%, la más alta desde 2005.Así, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) difundida hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro del primer trimestre es la más alta desde principios de 2005, cuando fue del 10,19%, en tanto que el número de parados no era tan elevado desde el tercer trimestre de 2004, cuando alcanzó las 2.180.900 personas. Además, el aumento de parados registrado entre enero y marzo es el más elevado que ha tenido lugar en un trimestre desde el primero de 1993, año desde el que tampoco se había producido un incremento de la tasa de paro superior a un punto.

En el último año, el número de parados ha crecido en 318.100 personas, lo que supone un aumento del 17,14 por ciento. La tasa de actividad se situó en el primer trimestre en el 59,35 por ciento, 0,2 puntos más que en el periodo anterior mientras que la de ocupación, que fue del 66,04 por ciento, cayó medio punto.

El aumento del paro en el primer trimestre fue consecuencia, principalmente, de la destrucción de empleo en el sector servicios, que sumó 96.300 desempleados más (12,82%), seguido de la construcción, con 71.100 (32,63%) y de los parados de larga duración, con 41.400 más (8,03%).

El paro en la industria creció en 27.800 personas (20,34%) y entre los que buscan su primer empleo en 12.200 (6,56%), mientras que sólo se redujo en la agricultura en 2.300 personas (1,9%). Además, la actual situación económica ha dado lugar a que de los 16.572.400 hogares españoles que contabiliza la EPA, en 70.800 todos sus miembros estaban parados en el primer trimestre.

Respecto al número de ocupados, en el sector servicios se destruyeron 77.500 empleos y en la construcción, 73.200, mientras que en la industria se crearon 59.400 puestos de trabajo y en la agricultura 16.600.

En el primer trimestre el paro subió más entre los hombres, con 139.400 parados más, que entre las mujeres, con 107.300 desempleadas más frente al trimestre precedente, mientras que la ocupación masculina cayó en 73.200 puestos de trabajo y la femenina en 1.500. Como consecuencia de estas cifras, la tasa de paro de las mujeres se situó en el 11,99 por ciento y la de los hombres en el 7,87 por ciento.

Respecto a la tasa de actividad, la masculina se situó en el 69,32 por ciento y la femenina en el 49,73 por ciento. El número de asalariados se redujo en 59.100 personas hasta los 16.817.400, mientras que los trabajadores por cuenta propia disminuyeron en 18.500, hasta los 3.574.700. Los asalariados con contrato indefinido aumentaron en 88.900 y alcanzaron los 11.747.100 y los trabajadores con contrato temporal disminuyeron en 148.100 hasta los 5.070.300.

Los trabajadores a tiempo completo se redujeron en 141.400 hasta los 17.952.400, de los que 11.430.100 (100.700 menos) eran hombres y 6.522.300 (40.600 menos) mujeres. Los ocupados a tiempo parcial aumentaron en 66.700, hasta los 2.449.900 (493.800 hombres y 1.956.000 mujeres).

El paro subió sobre todo entre el colectivo de 25 a 54 años, con 176.400 parados más, seguido del de 20 a 24 años (44.700); de 55 en adelante (17.800) y en el grupo de 16 a 19 años (7.700).

El número de hogares con todos sus miembros activos se situó en 10.603.600, 91.800 menos, los que tienen al menos un activo aumentaron en 111.800 y en los que no hay ningún activo en 12.200.

El paro también aumentó entre los extranjeros (97.000) hasta los 504.700, de una población activa de 3.445.800. La tasa de paro de los extranjeros se situó en el 14,65 por ciento y la de actividad, en el 76,6.

El paro subió en todas las comunidades a excepción de Extremadura (1.900 parados menos) y País Vasco (1.500 menos). Cataluña se situó a la cabeza en aumento del paro con 39.000 desempleados más, seguida de Canarias, con 38.900; Andalucía, 37.500 y Madrid, 34.400.

El INE informa de que, para adaptarse a la nueva clasificación de actividades económicas de la Unión Europea, a partir del primer trimestre de 2008 algunas ramas de actividad de la EPA se integrarán en sectores diferentes.