El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, convocó a los consejeros delegados y máximos responsables de los principales bancos americanos para discutir los detalles de un nuevo proyecto de toma de participaciones públicas en los bancos, para restaurar así la confianza en el sector y recuperar el flujo de capitales. La recapitalización pública de los bancos ya estaba prevista entre las medidas del plan inicial de ayuda al sector financiero, pero ante las dificultades de ejecutar otras medidas estrellas del programa, como la adquisición de deuda tóxica , el Gobierno parece dispuesto a avanzar por la vía más directa.

El Tesoro prepara así el sistema para entrar en el capital de bancos. Entre los bancos convocados destacan Bank of America, JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley y Citigroup, según el Wall Street Journal . Por la mañana, Alan Kashkari, director interino del programa de rescate financiero de EEUU, insinuó el cambio de plan. La deuda tóxica , el objetivo inicial del plan, es un magma tan complejo que resulta muy complicado dedicarse tan solo a ella. Por eso el Tesoro ha adoptado la misma estrategia británica de hacerse con participaciones en el accionariado de los bancos, que además tiene la ventaja de que puede acabar dando dividendos al contribuyente (aunque el mecanismo sobre cómo cobrarlos aún es confuso).

Kashkari hizo ayer su primera intervención pública, en una conferencia ante el Instituto de Banqueros Internacionales en Washington, en el que expuso el trabajo llevado a cabo, insistió en que es necesario aplicar el plan lo antes posible y subrayó algunos de sus pilares: comprar hipotecas a los bancos (con lo que los propietarios pasarían a tratar con el Gobierno), adquirir acciones de entidades sanas y hacerse con la deuda tóxica de las más castigadas por la crisis.

FLUJO DE CAPITALES También resaltó que "el único objetivo" del plan es "restaurar el flujo de capitales" hacia consumidores y empresas. Explicó que está abierto a instituciones financieras de cualquier tamaño y que el Gobierno prestará especial atención a la compra de hipotecas directamente a entidades regionales, cuyo estado de la cartera de préstamos ahoga su actividad.