Ala aparente falta de compromiso del Gobierno de Angela Merkel con la situación que atraviesa Grecia se unió ayer a la rebaja de la calificación de la deuda helena a bono basura. Ambos hechos golpearon con dureza las bolsas europeas. Pero, sobre todo, la de los países más perjudicados por la crisis de la deuda. Los índices de Grecia, Portugal y España sufrieron los rigores de un invierno financiero que no amaina, y que amenaza con una sangría de pérdidas en esos mercados.

El grueso de la tormenta cayó sobre Atenas donde el principal índice del mercado perdió el 6,85%. El PSI 20 de Portugal se dejó el 4,69% y el Ibex 35 del mercado español, el 4,19%. Luego, el resto de parquets europeos descendieron por encima del 2%. Se trata del primer revés que reciben conjuntamente.

DOS PELDAÑOS MENOS La agencia de calificación crediticia Standard & Poor´s modificó el rating de la deuda de Grecia a bono basura con perspectiva negativa. La agencia justificó su decisión en "los desafíos políticos, económicos y fiscales que afronta el Gobierno griego" para cumplir el plan de estabilidad y reducir el déficit, que, según afirmó Atenas, puede llegar al 14% tras las próximas revisiones del dato del 2009 con una deuda pública del 130% del PIB en 2014. El anuncio de que rebajaba la calificación de Grecia a largo plazo de BBB- a BB+, deja su deuda al nivel de inversión solo apta para especuladores y al país en manos de sus socios europeos.

S&P rebajó ayer la nota de la deuda a largo plazo de Portugal dos peldaños, hasta A- desde A+ con una perspectiva "negativa", lo que deja abierta la puerta a más recortes de rating a medio plazo, ante el incremento de los riesgos fiscales a los que debe hacer frente la economía lusa.

El riesgo de impago de la deuda española --credit default swaps -- tocó máximos en 204,36 puntos básicos. El Tesoro tuvo que casi duplicar el rendimiento de las letras en la última subasta. El interés marginal de las de tres y seis meses se elevó al 0,549% y al 0,760%, respectivamente.

Pese a que el problema sigue siendo Grecia, el vicepresidente del Banco Central Europeos (BCE), el griego Lucas Papademos, esparció incertidumbre: las economías que comparten problemas fiscales y de competitividad con Grecia "deberían extraer las lecciones de la crisis".

El otro damnificado de la jornada fue el euro. Su cambio con el dólar alcanzó las 1,3255 unidades, aunque en BCE fijó el oficial en los 1,3290 dólares. Desde los máximos de noviembre, el euro ha perdido más del 11%, mientras que la mayoría de las bolsas europeas se mantienen con ganancias anuales.