Seat vuelve a ser el farolillo rojo del grupo Volkswagen. El descenso de las ventas está pasando factura a la marca española, que hasta el tercer trimestre multiplicó por 2,5 sus pérdidas operativas al registrar un resultado negativo de 30 millones. En consecuencia, Seat se convierte en la única filial que no consigue beneficio. Después de tres trimestres consecutivos con un resultado positivo por la actividad básica, Seat volvió a registrar pérdidas, y con más intensidad que las del mismo periodo del 2007, que ascendieron a 12 millones.

El grupo Volkswagen, que en conjunto logró una mejora de las ganancias del 15% con un beneficio operativo de 4.919 millones, atribuyó el mal resultado de Seat a la "situación crítica" del mercado automovilístico español.

Pese a la "buena acogida" comercial del nuevo modelo Ibiza, las matriculaciones de Seat cayeron el 10,2% y llegaron a 287.692 coches. Nuevamente, Seat es la excepción del grupo Volkswagen que, en un contexto de crisis, logra un aumento de las ventas del 3,9%.