Las fricciones con las marcas occidentales no faltan. General Motors (GM) y Volkswagen (VW) mantienen pleitos con el fabricante chino Chery al considerar que dos de sus modelos son "copias baratas" de sus coches. Uno de ellos es el Seat Toledo. La contienda se libra en todos los frentes, como demuestra la dura pugna por renovar los 70.000 desvencijados taxis de Pekín. VW pretende mantener su dominio de la flota, plagada de viejos Santana hechos en China.