Sin techo ni límite aparente. El petróleo mantiene imparable su recorrido alcista tras acercarse ayer por primera vez a la cota de los 143 dólares, dejando atrás el listón simbólico de 140 dólares superado el jueves.

El barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, alcanzó los 142,97 y el West Texas de EEUU, los 142,99 debido a una combinación de previsiones negativas sobre la suficiencia del suministro, la debilidad de los mercados bursátiles y también del dólar con respecto al euro y a otras divisas. Luego bajó al nivel de los 140 dólares.

´ESTANFLACION´ La cadena de récords de una materia prima esencial para las economías está disparando la inflación y provocando una desaceleración económica en la mayoría de países, lo que se conoce técnicamente como estanflación o estancamiento con inflación. Un factor alimenta al otro sin que se atisbe una solución inmediata, en opinión de los analistas.

En este contexto, los analistas vislumbran ya en breve un barril en el nivel de los 150 dólares, una nueva cota que la mayoría ven muy factible después de haberse pulverizado los anteriores pronósticos. De poco sirvió la cumbre entre productores y consumidores promovida el fin de semana pasado por Arabia Saudí, que se comprometió a incrementar su oferta al mercado.

Nuevos argumentos como las previsiones del presidente de la OPEP, Chakib Khelil de que el barril alcanzará los 170 dólares en verano y la debilidad de las bolsas no hicieron en las últimas horas más que atraer nuevo capital hacia materias primas como el petróleo, que ha duplicado su precio en apenas 12 meses y acumula un alza superior al 40% desde que comenzó el presente ejercicio. La fragilidad de los mercados de valores alimenta el atractivo de los relacionados con las materias primas. Un informe del Congreso de EEUU asegura que el 70% del mercado del petróleo en ese país está en manos de la especulación.

TEMOR A LA ESCASEZ Se suma a todos estos factores, el temor a que las tensiones en algunos países productores, como Irán, provoquen escasez del suministro coincidiendo con el tirón de la demanda de gigantescas economías emergentes como la china o la india. Y todo eso debido a que el diferencial entre la oferta y la demanda mundial --en torno a 86,5 millones de barriles diarios-- están muy ajustados y cualquier interrupción en la producción podría ocasionar un desajuste entre la oferta y la demanda. Los países productores están convencidos de que la mayor parte de los incrementos de precio se debe a la especulación y muchos especialistas prevén un cierto repliegue de los mismos cuando los efectos de la ralentización económica se dejen notar en la demanda.