El presidente boliviano, Evo Morales, volvió a ponerse su característica chompa, el jersey a rayas con el que se presentó al mundo, para firmar los contratos de nacionalización con las petroleras. En el mismo lugar donde hace 10 años se privatizaron las explotaciones petrolíferas, las 10 multinacionales que operan en el país, entre ellas la española Repsol YPF, firmaron una por una un contrato en el que aceptan pagar impuestos por un 82% de sus ingresos. Como resultado, los ingresos del Gobierno boliviano se dispararán hasta unos 400 millones de euros anuales.

En un acto cargado de simbolismo, el presidente de la empresa pública Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Juan Carlos Ortiz, suscribió los contratos que deberán regir a partir del 1 de noviembre, según el decreto de nacionalización de los hidrocarburos firmado por Morales el pasado 1 de mayo.

Tras una negociación "a cara de perro", según fuentes diplomáticas españolas, que culminó unos minutos antes de expirar el plazo de 180 días que dio el Ejecutivo, Enrique Locutura, director general de Repsol para Argentina, Brasil y Bolivia, firmó en cuarto lugar bajo la supervisión de Morales y del secretario de Estado de Asuntos Exteriores español, Bernardino León.

PROBLEMAS SOCIALES Morales, cuya popularidad cayó en picado en los últimos sondeos, se mostró exultante. "Misión cumplida con todo el pueblo boliviano", afirmó. "De aquí a cuatro años, quiero decirle al pueblo boliviano que, solo de los hidrocarburos, estarán ingresando más de 4.000 millones de dólares bolivianos y de esta manera se resolverán los problemas económicos y sociales de nuestro país", dijo.

Con los viejos contratos de explotación, el Estado percibía unos 250 millones de dólares bolivianos anuales, que se doblaron posteriormente y llegarán a esos 4.000 en cuatro años, según la agencia de información del Gobierno. Inicialmente, las petroleras pagarán unos 100 millones de euros el primer año.

Los contratos firmados ayer, que han de ser ratificados por el Congreso boliviano, tienen una duración de 23 a 30 años y garantizan unas inversiones por un valor de unos 1.500 millones de euros en exploración y explotación de yacimientos. La compañía Repsol destacó, a través de un comunicado, que los contratos firmados aportarán seguridad jurídica y "garantizan la rentabilidad de las inversiones realizadas hasta ahora en Bolivia, así como las que se desarrollarán en el futuro".

RECUPERAR LA "SOBERANIA" Morales calificó los contratos de "nacionalización sin indemnización", y añadió que suponen recuperar la soberanía sobre los hidrocarburos del país "sin expulsar a nadie". Además de Repsol, que es la segunda petrolera de Bolivia por el volumen de los recursos gestionados, también firmaron la nacionalización Petrobras, British Gas, Chaco, Pluspetrol, Matpetrol y, el día anterior, Total y Vintage.

En su discurso, el presidente boliviano destacó la importancia de las relaciones del país con Brasil y España, así como con sus respectivos presidentes, Luiz Inácio Lula da Silva, y José Luis Rodríguez Zapatero. Sobre España, y dirigiéndose al secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Bernardino León, Morales dijo que es "un socio estratégico en lo económico y político".

La nacionalización tendrá una segunda fase que consistirá en la negociación de una compensación para tres compañías privatizadas (Andina, en manos de Repsol; Chaco, de BP, y Transredes, de Shell Ahsmore) por la compra del 51% del capital.