Sorpresa! Todo el mundo esperaba que la economía de la zona euro mejorara en el segundo trimestre, el propio Banco Central Europeo (BCE) se había encargado de vaticinar en dos ocasiones la buena nueva, pero la realidad ha superado la expectativa de todos los analistas. "¡Sorpresa!", decían ayer, después de que Eurostat, la oficina estadística de la UE, diera a conocer los datos de evolución del producto interior bruto (PIB) de la UE y la zona euro.

Ambas zonas crecieron el 1%. Este ritmo de crecimiento supondría el 4% anual de mantenerse, algo difícil de prever para los analistas. Pero la sorpresa mayúscula la dio Alemania. Registró un alza del PIB del 2,2%, lo que no se producía en 23 años. Es decir, desde antes de la reunificación. La secular locomotora de Europa conduce el tren del crecimiento, y lo hace por medio de las exportaciones. Eurostat también dio a conocer ayer el saldo comercial de la zona euro, en el que destaca sobre cualquier otra observación que las exportaciones germanas entre enero y mayo (371.100 millones) representan el doble del segundo exportador europeo, los Países Bajos, con 169.600 millones. No solo las ventas al exterior son positivas. El saldo comercial --diferencia entre exportaciones e importaciones-- también lo es: 60.200 millones. "Desde luego, las exportaciones alemanas se han visto favorecidas por la bajada del euro. Una parte importante de sus ventas se dirigen a áreas con monedas diferentes al euro, lo que ha favorecido sus ventas", comentó Francisco González, analista del servicio de estudios de Caixa Catalunya.

"CRECIMIENTO XXL" "La recuperación de Alemania se confirma más fuerte de lo que muchos hubieran creído posible hace poco tiempo", señaló el ministro de Economía, Rainer Brüderle, para quien la evolución de la economía "aún no es un milagro financiero, pero sí es un crecimiento XL en dirección a XXL", dijo. Francia, otra de las economías centrales europeas, consiguió despuntar el 0,6%, por debajo del 0,9% de los Países Bajos, pero con un peso mayor en el conjunto de la UE. Sin embargo, la evolución del PIB francés estuvo más relacionada con un alza del consumo interno y de la inversión que de las exportaciones, ya que el balance comercial francés fue negativo de enero a mayo. La realidad que reflejan los datos de Eurostat --en la que se dibuja una Europa que avanza a dos velocidades--, no pasó inadvertida a los mercados.

DESCENSOS Las bolsas europeas cerraron ayer con descensos. Sobre todo, se ensanchó el diferencial entre el bono español a 10 años y el alemán, hasta casi 190 puntos básicos. "Una Europa a dos velocidades complica la política monetaria del BCE", dijeron fuentes financieras.