La economía española creció el 3,4% en el 2005, por encima del 3,1% del año anterior, como resultado de un mayor impulso de la demanda nacional y de una aportación algo más negativa de la demanda exterior. Así lo estima el Banco de España en el Boletín Económico difundido ayer en el que alerta sobre la pérdida de competitividad de la economía española y reclama al Gobierno un "impulso más firme" en la reforma laboral.

El consumo de las familias creció el 4,4% y que la inversión en bienes de equipo y construcción se aceleró. La demanda nacional avanzó en torno al 5,4% y el sector exterior restó unos dos puntos a este impulso debido a que las importaciones aumentaron más que las exportaciones.