La economía de EEUU da nuevas muestras de que lo peor de la crisis ya pasó y que está en la senda de la recuperación. Así quedó en evidencia ayer tras conocerse que en el tercer trimestre la economía creció un 2,2%. Aunque fue menor de lo esperado por los analistas, el dato difundido por el Departamento de Comercio fue recibido como agua de mayo en Wall Street.

Tras cuatro trimestres consecutivos de caídas del PIB, que venían a demostrar la gravedad de la recesión, la primera economía del planeta registró por primera vez un crecimiento positivo entre julio y septiembre. El motor sigue siendo el consumo y el hecho de que el gasto haya aumentado un 2,8%, una décima por debajo de lo que se esperaba, pone de manifiesto que quizá es pronto para cantar victoria. Pero Wall Street se apuntó al optimismo y registró subidas.