El retraso que preside la aprobación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) por parte de la Comisión Europea (CE) provocó ayer un cruce de acusaciones entre el Ejecutivo de Bruselas y el Gobierno español, a través de la vicepresidente económica, Elena Salgado. El portavoz de Competencia, Jonathan Todd, atribuyó el retraso en la aprobación de las ayudas para favorecer las fusiones entre cajas de ahorros a que España no ha aportado toda la información necesaria. Salgado, sin embargo, defendió que toda la documentación solicitada está en poder de la Competencia.

"No se puede culpar a la Comisión por no tomar una decisión sobre un caso en el que el plan no se le ha notificado", explicó Todd. "Las autoridades españolas todavía tienen que clarificar en algunos aspectos cuáles son sus intenciones. Una vez que las autoridades españolas hayan aclarado todas las cuestiones pendientes y nos lo hayan notificado tomaremos una decisión", subrayó.

El portavoz comunitario eludió ratificar el compromiso de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, de aprobar el FROB antes de dejar su cargo a finales de enero. El español Joaquín Almunia sustituirá a Kroes en febrero y puede que su primer compromiso sea verificar esta norma. Todd destacó que el Ejecutivo comunitario "no tiene problemas fundamentales" con el fondo de ayuda.

La ministra de Economía española aseguró: "Hemos enviado toda la información que se nos ha pedido", dijo a la entrada de la reunión de ministros de Economía de la eurozona.