El fuego lo abrió ayer la ministra francesa de Finanzas, Christine Lagarde, al culpar a Alemania de parte de los desequilibrios económicos que sufre la eurozona. En declaraciones al Financial Times, Lagarde pidió ayer a Alemania políticas económicas de estímulo del consumo interno, para ayudar así a las industrias exportadoras de sus socios.

Desde su punto de vista, el abultado superávit comercial alemán puede ser insostenible para el resto de los socios europeos. "¿Podrían hacer algo los países con superávit?", se preguntó Lagarde en la citada entrevista. "Cada uno debe hacer lo suyo", respondió, "pero hacen falta dos para bailar el tango".

El viceportavoz del Gobierno alemán, Christoph Steegmans, respondió que Alemania no es un país en el que el Estado determine los sueldos o el consumo y abogó por que el resto de países de la zona euro hagan esfuerzos para armonizar la competitividad. "Sería deseable para todos los países miembros que, en lugar de intentar frenar a un país de manera artificial, invirtieran sus esfuerzos en crear una estrategia de crecimiento conjunto".

El comisario Joaquín Almunia, expresó su sintonía con la ministra francesa.