El suministro de gas ruso que llega hasta Polonia a través de territorio ucraniano continúa con normalidad, a pesar de que Rusia ha reducido en un 50 por ciento el volumen de combustible que envía a Ucrania, alegando que Kiev aún no ha pagado todas las facturas del gas. Según informó hoy la principal empresa gasística polaca PGNiG, el volumen de gas que llega hasta Polonia desde el gasoducto que atraviesa Ucrania se mantiene estable, y no se ha visto afectado por las restricciones impuestas por Moscú.

El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Volodymyr Ohryzko, aseguró este martes en Varsovia que a pesar de las circunstancias, su país "hará todo lo posible por mantener el suministro de gas a la UE en condiciones normales". Moscú redujo el pasado lunes su exportación de gas a Ucrania en un 25 por ciento y ayer en otro 25 por ciento, justificando su decisión en la existencia de facturas impagadas y en la falta de un nuevo acuerdo que regule el envío de combustible a Ucrania, lo que inmediatamente hizo saltar la alarma en los países del este de la UE, que temen que esta situación pueda afectar a sus suministros.

El principal gasoducto que lleva hasta Europa oriental el gas procedente de Rusia atraviesa suelo ucraniano, por lo que cualquier incidencia en ese país puede afectar al gas que reciben estados como Polonia, la República Checa o Eslovaquia, donde existe una dependencia casi total del combustible ruso. Hace dos años una decisión similar de la Federación Rusa produjo una importante reducción del suministro a la Unión Europea, lo que coincidió con el invierno más crudo de los últimos cuarenta años y provocó la muerte de varios ciudadanos.