El Banco Popular anunció ayer que da marcha atrás en el propósito de aplicar una comisión de 0,30 euros a sus clientes por utilizar sus cajeros fuera del horario de oficina, ya que entiende que "por el momento, no se dan las circunstancias de mercado que hagan posible su aplicación". El Popular es la primera entidad bancaria que ha anunciado la aplicación de esa nueva tarifa. Bancos y cajas cobran por el uso de los cajeros en otras entidades. Alguno también lo hace en los cajeros desplazados, los del propio banco que no se encuentran en una de sus oficinas.

FUERTES CRITICAS El Popular señaló ayer en una escueta nota que retirará la nueva tarifa de sus folletos, dos días después de que se conociera que había comunicado al Banco de España la posibilidad de cobrarla, aunque aún no lo hacía. El anuncio había sido recibido con fuertes críticas de las asociaciones de consumidores. La Ausbanc (Asociación de Usuarios de la Banca) llegó a calificarla de "ilegal". La Adicae (Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Aseguradoras), que pidió el control por ley de las comisiones, calificó ayer la renuncia del Popular como "positiva", porque demuestra que esa tasa "no era correcta" y también que los consumidores pueden librarse de "prácticas abusivas" cuando toman una posición activa.

El Popular argumentó que el cobro de esta comisión era perfectamente lícita porque la instalación y el mantenimiento de los cajeros tiene un coste muy elevado y, además, porque prestan un servicio a los clientes. La organización de consumo exigió a las autoridades públicas y a todo el sector bancario el "inicio del diálogo" para implantar "una regulación legal mínima en materia de comisiones", algo que ya se ha iniciado en otros países como Francia, y que, "respetando la libertad de mercado, establezca los criterios básicos en la aplicación de comisiones", según destaca la asociación en un comunicado.

QUEJA DE USUARIOS Los consumidores se quejan del uso indiscriminado de las comisiones en el sector, en el que se ha generalizado el cobro hasta por el mantenimiento de las cuentas corrientes. Las entidades financieras están cobrando una tasa que va de los 18 euros a los 36 euros anuales por ese concepto.