Algo cambia cuando uno de los dirigentes más representativos del foro de Porto Alegre, Luiz Inácio Lula da Silva, se convierte también, sin variar su discurso, en un protagonista destacado en Davos. El foro brasileño emite un discurso muy plural, y por ello disperso, basado en una mayor participación social en las grandes decisiones y un mejor reparto de la riqueza. El suizo era el paradigma del pensamiento único, la ley de la competencia pura y dura y el mercado. Ahora, los problemas sociales han entrado en la agenda alpina.