El P y CiU llegaron ayer a un acuerdo para frenar las últimas oleadas de prejubilaciones que están realizando las grandes empresas. El Parlamento aprobó ayer extender las bonificaciones previstas en el actual sistema de jubilación gradual y flexible a los patronos que mantengan en plantilla a sus trabajadores mayores de 55 años y con más de cinco años de antigüedad.

TRABAJO Y DESEMPLEO

El grupo catalán había presentado en el Congreso una amplia moción para que los prejubilados pudieran compatibilizar el cobro de su prestación con el desempeño de un trabajo remunerado hasta 12.000 euros al año (dos millones de pesetas). A la vez, pedían que el Gobierno redujera el 50% de las cuotas de la Seguridad Social a los empresarios que conservaran a los trabajadores mayores de 50 años, los más afectados por las prejubilaciones.

CiU también pretendía un marco específico para las jubilaciones anticipadas en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas, ya que sus empleados suelen quedar al margen de los beneficios que ofrecen a sus prejubilados las grandes compañías como Telefónica o Renfe en sus expedientes de regulación de empleo.

Al final, el PP pospuso la negociación de todas las medidas que proponía CiU y sólo aceptó extender las bonificaciones a los mayores de 55 años, sin concretar las cuantías de las ayudas que se concederán.

Las nuevas medidas de jubilación gradual y flexible ya establecían subvenciones para fomentar la empleabilidad de los trabajadores mayores de 60 años.