Como en tromba, el PP se lanzó ayer a criticar la intervención y la fórmula adoptada por el Gobierno para rescatar la Caja de Castilla La Mancha (CCM). A la vez que lanzaban mensajes de tranquilidad para los impositores, clientes y trabajadores de la entidad, el portavoz económico del primer partido de la oposición, Cristóbal Montoro, sentenciaba sobre esta intervención: "No es la última de las que van a ocurrir".

Apenas habían pronunciado las últimas sílabas los vicepresidentes del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y Pedro Solbes, cuando comparecieron ante la prensa la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, y Cristóbal Montoro. Ambos anunciaron que pedirán la comparecencia en el Congreso con carácter de urgencia del gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, y la de Solbes.

Montoro dijo que el PP "no va a entrar en ningún tipo de pasteleo, ni en ningún tipo de ocultación, ni de la situación real de las entidades financieras ni mucho menos de la responsabilidad de los gestores de esas entidades financieras".

Y es que De Dospedal quiso incidir en la denuncia, al afirmar que ayer se demostró que "se estaba tratando de llevar a cabo una fusión entre cajas de ahorros" --CCM y Unicaja-- "para tapar lo que, a todas luces, hoy por ayer se ve que era una situación muy grave de Caja Castilla La Mancha". En un momento de su intervención, recordó que los consejeros del PP en la caja abandonaron en su día sus puestos en el consejo del la entidad "por falta de transparencia".

Ni De Cospedal ni Montoro aclararon si votarán a favor o en contra del real decreto aprobado ayer por el Gobierno. "Vamos a utilizar el trámite de convalidación para exigir al Gobierno que dé las oportunas explicaciones", dijo Montoro. El PP parte de la base de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero no tiene control de la crisis ni "hoja de ruta", ante la situación "realmente frágil y delicada de nuestro sistema financiero". El caso de CCM "es el primero", insistió.

Las críticas no llovieron solo desde las filas populares. El PNV, que vive un periodo de relaciones agrias con los socialistas a propósito de los resultados de las elecciones en Euskadi, consideró la medida de ayer "necesaria", aunque evitable con iniciativas "preventivas y de cierto redimensionamiento de las entidades financieras". El portavoz de Economía de los nacionalistas vascos, Pedro Azpiazu, pronosticó que "podrían producirse medidas similares en otras cajas". Y eso porque, en su opinión, "cuando una caja de estas características tiene problemas, no suele ser un caso aislado".

CiU VE UN SISTEMA "SOLIDO Más moderado, CiU pidió que el proceso de intervención se haga "con la máxima transparencia y eficacia". Por eso hoy mismo pedirán la comparecencia de Fernández Ordóñez. El portavoz convergente en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, afirmó que el sistema financiero español "es sólido" y destacó que la operación de ayer en CCM forma parte de la "hoja de ruta" que el Congreso ha encargado al Banco de España para que inicie "un proceso de saneamiento y reestructuración del sistema financiero español".

Por su parte, el coordinador general de Izquierda unida (IU), Cayo Lara, respaldó ayer al Ejecutivo en su decisión, pero a la vez exigió un "saneamiento limpio y efectivo" de la entidad castellano-manchega.

El Gobierno de Castilla-La Mancha destacó en un comunicado que esperaba que la intervención "contribuya a poner fin a todos los rumores, dado que, como ha dicho el vicepresidente económico, Pedro Solbes, CCM es una entidad solvente".