La Unión Europea y Estados Unidos acercan posturas en materia de liberalización de la agricultura. Los dos bloques alcanzaron ayer un principio de acuerdo tras dos semanas de negociaciones en el marco de la reunión de Organización Mundial de Comercio (OMC) en Ginebra (Suiza), que incluye fórmulas de reducción de aranceles y recortes en las ayudas a la agricultura. El documento, al que ha tenido acceso este diario, fue presentado ayer a los 146 estados miembros de la OMC para dar un nuevo impulso a las negociaciones, y se concretará en la próxima reunión de este organismo, que se celebrará en Cancún (México) en septiembre.

La Comisión Europea se mostró ayer "moderadamente optimista" ante la posibilidad de que el preacuerdo entre la UE y Estados Unidos se concrete el próximo mes. El comisario de Agricultura, Franz Fischler, aseguró que el pacto "debe ser la base de futuras negociaciones".

La propuesta conjunta sobre agricultura llega de la mano del preacuerdo para la liberalización de los productos industriales. El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, destacó ayer la importancia de la propuesta alcanzada por EEUU, la UE y Canadá para la liberalización industrial, que incluye también la pesca y los productos forestales.

LIMITE A LOS PAGOS DIRECTOS

El principio de acuerdo agrícola --confirmada por el embajador de la UE ante la OMC, Carlo Trojan-- establece la reducción de los subsidios tanto internos como a las exportaciones, propone una fórmula híbrida de recortes arancelarios, además de medidas de salvaguardia para importaciones de productos que puedan perjudicar a los países en desarrollo. Los pagos directos dependerán de las superficies cultivadas, del total producido o de un número fijo de cabezas de ganado, y no podrán exceder el 5% del valor total de la producción agrícola.

SOLUCION HIBRIDA

En el acceso a mercados, de importancia fundamental para los países en desarrollo, se propone un híbrido entre la llamada fórmula suiza, que exige reducir drásticamente los aranceles más elevados y cuenta con el apoyo de EEUU, y la preferida por la UE, Japón y países como Noruega, Suiza y Corea del Sur, que pasa por recortes más moderados.

También se negociarán "medidas especiales de salvaguardia" para que los países en vías de desarrollo puedan defenderse de las importaciones de ciertos productos sensibles desde el punto de vista de su producción agrícola local. En otro gesto dirigido a los países pobres se propone que éstos puedan beneficiarse de un trato especial y diferenciado, incluidos recortes arancelarios menores o periodos de aplicación más largos de esas reducciones, con el objetivo de atender sus necesidades de desarrollo y su seguridad alimentaria.