La bajada en un 0,6% de los precios del vestido, calzado, alimentos y bebidas no alcohólicas ha congelado la inflación en Extremadura el pasado mes de febrero, situando la tasa acumulada en lo que va de año en el -1,4% y la interanual (últimos doce meses) en el 0,6%. La crisis y el menor consumo han provocado también que en el conjunto de España, los precios se mantuvieron estables en febrero, por lo que la inflación en los dos primeros meses del año se cifró en el -1,2% y la interanual en el 0,7%, según los datos facilitados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el extremo contrario de esos productos se sitúan las bebidas alcohólicas y el tabaco, con un incremento del 1,2% el último mes, por encima de medicina y transporte; ambos con un 0,4%, mientras que se mantuvieron estables en comunicaciones, ocio y cultura, enseñanza y hoteles, cafés y restaurantes.

La inflación acumulada fue más alta en bebidas alcohólicas y tabaco (3,7%), que contrasta con la bajada del 14,7% en vestido y calzado. En cuanto a la inflación interanual, la tasa mayor correspondió a vivienda (6,3) y bebidas alcohólicas y tabaco (4,6), frente a la mayor bajada del transporte (-6,9%).

Por provincias, los precios subieron un 0,1% en Badajoz y bajaron un 0,2% en Cáceres. En términos interanuales la provincia más inflacionista fue Cáceres con una tasa del 0,6%, un punto por encima de la de Badajoz.

LAS VALORACIONES Los datos han servido a la Junta de Extremadura para destacar que en lo que va de año, los precios han bajado en la comunidad extremeña un 1,4%, una caída dos décimas mayor que la registrada en el conjunto de España, "lo que favorece, una vez más, el poder adquisitivo de las familias extremeñas".

Sin embargo, para el sindicato UGT en Extremadura esa congelación del IPC en febrero se debe a la caída de la actividad y del consumo, por lo que considera primordial mantener el poder adquisitivo de los trabajadores para reactivar la demanda. A su juicio, ante una crisis de demanda como la actual es prioritario estimular el consumo para incrementar la demanda interna y poder, de este modo, recuperar los niveles de inversión de las empresas y crear empleo.

Además, critica la negativa de la patronal a la renovación del modelo vigente desde el año 2002 y que ha sido el marco de referencia de las relaciones laborales. En su opinión, esta ruptura unilateral del diálogo social es una quiebra de la confianza entre los interlocutores sociales, dificulta la fluidez de la negociación colectiva y puede suponer un grave obstáculo añadido a la crisis actual.

En este mismo sentido se manifestó ayer en Mérida el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, que señaló que "la caída de los precios va muy asociada a la caída del consumo", por lo que abogó por "reanimar de alguna manera" el consumo público y el de las familias, para "no caer en una situación peor, la deflación".