Desde abril del 2004 hasta abril del 2005 el precio del café, la segunda materia prima por volumen de contratación después del petróleo, se ha incrementado un 64% en la variedad arábica, la más utilizada, y un 42% en la variedad robusta, que se utiliza principalmente para aportar color y amargor al café.

En los últimos meses, los torrefactores, que suministran este producto a la hostelería, han comenzado a repercutir los incrementos de las materias primas. Mientras, las empresas alimentarias han esperado a los últimos días para traspasar la subidas al consumidor. "Hemos esperado a ver si se trataba de una cuestión coyuntural o estructural, pero no parece que los precios vayan a retroceder", comentó a este diario Lidia Mecati, directora general de Café Marcilla, filial de Sara Lee. El grupo norteamericano ha elevado el precio del paquete de 250 gramos de café molido de 1,19 a 1,29 euros.

"Hemos comenzado a trasladar los aumentos este mes", explica Antoni Gros, director gerente de Productos del Café, la división de hostelería de Nestlé, la primera del mercado español, con una cuota del 9%.

En el mercado de Nueva York, donde cotiza la variedad arábica, el precio ha alcanzado los 115,2 centavos de dólar por libra de peso en abril. Un año antes, el valor era de 73,75 centavos, y de 68,8 en abril del 2003, lo que supone un ascenso del 67%.

Los fuertes incrementos se explican porque los fondos que invierten en materias primas aumentan sus posiciones en el café ante la perspectiva de una mala cosecha en Brasil a partir de septiembre. Brasil es el primer productor mundial, y la abundante producción del 2002 provocó que se suprimieran plantaciones, porque los bajos precios no compensaban mantenerlas. "Ahora, la cosecha prevista no alcanza a abastecer la demanda potencial", dice Gros.

Según cálculos preliminares, se prevé una producción mundial de 107 millones de sacos, de 60 kilos cada uno. La demanda mundial se calcula en 114 millones de sacos. Vietnam, primer productor de café robusta, espera una sequía que impedirá que la cosecha sea muy copiosa.