Los precios de la vivienda nueva podrían caer un 20 por ciento este año, según la sociedad de tasación TINSA, que calcula que el excedente de vivienda terminada -y sin vender- superó en 2008 los 930.000 inmuebles y seguirá creciendo hasta cerrar 2009 en torno a 1,5 millones.

En rueda de prensa, el director general de TINSA, Luis Leirado, explicó que a pesar de que se han ralentizado o paralizado muchas obras, todavía se siguen terminando mensualmente más del doble de viviendas de las que se venden, tendencia que, aunque más moderada, se mantendrá en 2009.

Según los cálculos de TINSA, en 2008 se terminaron 745.000 viviendas frente a las 287.000 vendidas, un desfase que se agrandará en 2009, a no ser que se produzca un ajuste "más severo" de la producción.

El exceso de oferta y el estancamiento de la demanda son las causas de que el precio de la vivienda bajara el 10,1 por ciento en el mes de enero en comparación con el mismo mes de 2008, según el indicador mensual elaborado por TINSA.

Leirado aseguró que la caída interanual registrada por los precios en enero irá aumentando a un ritmo sostenido de entre 1 y 1,4 puntos porcentuales cada mes, lo que dejará una bajada anual en 2009 superior al 20 por ciento y supondría volver a precios del año 2005.

De acuerdo con los datos de enero, la mayor caída de precio se produjo en la costa mediterránea (12,6%) y en las áreas metropolitanas (10,9%), que son las zonas donde se acumula un mayor excedente de vivienda.

El incremento del número de viviendas sin vender es consecuencia de que todavía se están terminando las obras comenzadas en 2007 (año récord de iniciación), lo que da una media mensual de alrededor de 45.000 viviendas finalizadas frente a las 20.000 vendidas.

La paulatina ralentización de las obras en curso y el freno puesto al inicio de nuevas viviendas hacer prever a TINSA que para el primer semestre de 2010 se llegará a las 18.000 viviendas mensuales terminadas, lo que permitirá ir acoplando la oferta a la demanda y reducir el "stock" hasta un nivel considerado normal, que estaría en los 150.000-200.000 inmuebles.

Según Leirado, el negativo panorama al que se enfrenta el mercado residencial en 2009 sólo se revertirá si mejora la situación económica general o si cambia la percepción de los potenciales demandantes de vivienda, que consideran que aún no es un buen momento para comprar.

En su opinión, para que se produzca ese cambio de percepción del demandante es clave que haya fluidez de financiación, lo que será difícil mientras siga aumentando el número de desempleados y descendiendo los ingresos medios por hogar, que según las estimaciones de TINSA, en el cuarto trimestre de 2008 cayeron por primera vez desde los años 90 (de 33.000 a 32.900 euros).

A la espera de que la compraventa se reactive, Leirado considera que tanto el alquiler como la vivienda protegida (VPO) surgen como alternativas interesantes que podrían contribuir a dinamizar el mercado.