El lento pero constante freno del ritmo de crecimiento de los precios de la vivienda nueva en España está afectando también con claridad a las segundas residencias. Las nuevas viviendas de costa se encarecieron un 11,8% el año pasado en comparación con el 2004. Además, el alargamiento de los plazos de venta de estas promociones, que se empezó a constatar a mediados del 2005, se ha consolidado en el primer trimestre de este año, según el presidente de la Sociedad de Tasación, José Luis Estevas-Guilmain.

Entre los precios de la primera residencia y los de la segunda hay una relación muy estrecha. "Si se frena la vivienda urbana, también lo hace en la costa, e incluso más", destaca Estevas-Guilmain. "En la costa --añade-- excepto en zonas muy bien ubicadas o dotadas de buenos servicios y comunicaciones, la desaceleración va en aumento y en dos o tres años puede frenarse del todo el encarecimiento".

Donde se notará más el bajón o el parón será en las zonas costeras con sobreoferta y de carácter exclusivamente turístico. Por contra, en las localidades en las que muchas viviendas previstas como segunda residencia se están convirtiendo en primera, los precios seguirán al alza, a pesar del incremento de oferta. En el conjunto de las poblaciones de costa, en el 2005 el precio medio por metro cuadrado construido se situó en 2.233 euros.

NUEVA ESTRATEGIA Ante esta nueva situación, los promotores están reconduciendo sus estrategias. Así, según el último estudio Planner-Asprima, presentado en el reciente Salón Inmobiliario de Madrid, en la expansión en España de las empresas del sector se observan algunos cambios. "En el negocio residencial --se afirma en el estudio-- se está intensificando el posicionamiento en el extrarradio de las grandes ciudades y en ciudades de menor tamaño en primera residencia y en zonas costeras menos saturadas (Almería, Castellón o Murcia) en segunda residencia".

La evolución es diferente en el caso de las pequeñas y medianas empresas que, según la encuesta de Asprima, "otorgan en su estrategia futura una mayor importancia a la segunda residencia, como vía de diversificación geográfica, mientras que las grandes empresas consideran en su estrategia futura de producto que la vivienda turística tendrá una menor relevancia en su cartera de productos".

De esta forma, las previsiones de crecimiento de la vivienda secundaria apuntan a unas 84.500 casas para españoles este año (frente a las 93.000 del 2005) y 80.200 para extranjeros (79.000 el año pasado).