El precio de venta al público de los carburantes se encuentra actualmente en España en cotas récord, por encima de las alcanzadas durante la subida del petróleo en el año 2000, que provocó protestas de los transportistas; el verano del 2002; y los meses previos a la guerra en Irak el año pasado.

El encarecimiento persistente del crudo por el aumento de la demanda mundial y la incertidumbre sobre la oferta por posibles recortes de los productores o riesgos políticos y terroristas en las zonas petroleras comienza a pasar factura. Ni siquiera la depreciación del dólar del último año ha compensado la subida.

El hecho de que el conjunto de los precios de consumo creciera sustancialmente con la entrada en vigor del euro en el 2002 ha hecho que la subida de los carburantes haya pasado más desapercibida que otras veces, según Fernando Ballabriga, director del departamento de Economía de ESADE.

141 PESETAS EL LITRO El precio medio de la gasolina sin plomo es actualmente de 84,70 céntimos (141 pesetas), y el del gasóleo de automoción, de 71,40 céntimos (119 pesetas), si bien en algunos surtidores llega a 93,50 céntimos (156 pesetas) y 75 céntimos (125 pesetas), respectivamente, niveles sin precedentes. Los carburantes se han encarecido más del 3,5% con respecto a la media del 2003, cuando en los meses anteriores a la guerra de Irak también se incrementaron las cotizaciones del crudo; y más del 6% desde enero (el triple que la inflación).

DIFERENCIAS Con todo, España sigue con unos de los precios más bajos de Europa una vez incluidos los impuestos. La media en la Unión Europea de la gasolina sin plomo supera el euro por litro (1,072 euros).

Los analistas y empresarios de gasolineras esperan próximas subidas de al menos dos céntimos más en los próximos días, atendiendo a la actual cotización del crudo tipo Brent --el de referencia en Europa--. "La previsión es el mantenimiento de precios altos durante unos meses", explica Alvaro Mazarrasa, director de la Asociación de Operadores Petrolíferos.

La proximidad de las vacaciones de Semana Santa, que suponen un mayor consumo de carburantes, también contribuirá a presionar al alza los precios, explican fuentes del sector. En la actualidad, la contención en la subida se atribuye a una recomendación del Gobierno en funciones a las petroleras para evitar una subida de la inflación.

En EEUU, donde los precios de venta se han situado por encima de los de 1985 en dólares constantes, se prevén meses duros. El Departamento de Energía estima que las gasolinas llegarán en abril o mayo a un máximo de 1,83 dólares por galón (cada galón son 3,785 litros). Esta semana se ha superado cuatro veces el récord de precios, hasta el extremo de convertirse en un argumento electoral. Y en EEUU el precio es mucho más bajo que en Europa porque carga con menos impuestos.

"De persistir los actuales niveles de precios del crudo, la situación será preocupante. Por cada cinco dólares de aumento sostenido se produce una subida de tres décimas en el índice de precios al consumo y un crecimiento económico menor en algo más de una décima", dice Juan Iranzo, director del Instituto de Estudios Económicos.