El fantasma de la deflación se hace más evidente en Estados Unidos, pero su amenaza se cierne también ya sobre algunos países europeos como Alemania. Los precios se desaceleraron en abril a ambos lados del Atlántico, según los datos dados a conocer ayer por el Departamento de Trabajo estadounidense y Eurostat, lo oficina de estadística comunitaria. La desaceleración de las economías occidentales se nota en los precios.

El índice de precios de consumo (IPC) en EEUU cayó en abril un 0,3%, tras haber experimentado un ascenso similar en marzo. La inflación subyacente, que excluye alimentos frescos y energía, se mantuvo sin variación por segundo mes. Los datos sorprendieron a los expertos, que esperaban un descenso del 0,1% y un ascenso de la subyacente del 0,2%.

EFECTO EN LA BOLSA

La evolución del IPC tuvo un efecto negativo sobre la bolsa neoyorquina, mientras que favoreció el alza del precio de los bonos, lo que, según los expertos, anticipa una próxima reducción de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal en junio. Los responsables de la política monetaria estadounidense han expresado su preocupación por un "indeseable descenso de la inflación".

El último dato sobre los precios industriales subraya la tendencia deflacionista de la economía. Una incontrolada bajada de precios repercute negativamente en los beneficios empresariales e insufla mayor debilidad económica.

La inflación de la zona euro bajó 0,3 puntos el pasado abril y se situó en el 2,1%, frente al 2,4% de marzo, según Eurostat. Este descenso sumado al estancamiento económico también incrementa la presión política sobre el Banco Central Europeo (BCE) para que rebaje los tipos de interés. La inflación de la zona euro roza ya el objetivo a medio plazo del 2% fijado por el BCE y está 0,2 puntos por debajo de hace un año.

Los precios sólo subieron el 0,1% en la zona euro en abril, debido al descenso del 2,9% del coste de los productos energéticos y de la reducción del índice de precios registradas en Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Luxemburgo y Finlandia.

España redujo en abril en 0,2 puntos su distancia respecto a la media de la zona euro, con una inflación anual del 3,2%. Pese a esa mejora, España es el cuarto país con mayor inflación, superado por Grecia, Portugal e Irlanda.