Ocho de cada diez españoles tiene la sensación de que con la llegada del euro los precios han subido, según un estudio de la Escuela Superior de Comercio y Distribución (Escodi) de Barcelona. El informe señala que con la nueva moneda "llegó un brote de inflación que ha quedado encubierto por un cambio en las estadísticas oficiales del Indice de Precios al Consumo (IPC)".

"Desgraciadamente, las empresas públicas, como las de transportes, dieron el peor ejemplo, con cambios inflacionarios al convertir sus precios de pesetas a euros. La hostelería también ha sido un sector que ha aprovechado bastante la situación para incrementar sus tarifas más allá del redondeo", añade el informe. Escodi asegura que, un año después de la entrada del euro "la nueva moneda está asumida", pero "la mayoría de la población tiene problemas en captar o asumir el valor económico de cifras de gran magnitud expresadas en euros".