La inflación armonizada española ha proseguido en abril su senda alcista y se ha elevado una décima, hasta situarse en el 1,6%. El motivo de la nueva alza es esencialmente el encarecimiento del petróleo y de sus derivados, los carburantes. Esos son los datos que recoge el indicador adelantado del Indice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este índice mide de la misma forma la inflación en todos los países de la zona euro.

El director de coyuntura económica de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Angel Laborda, dijo a la agencia Efe que en el dato, que se corresponde con sus previsiones, ha influido la evolución del petróleo que, en su opinión, parece que se ha estabilizado entre 80 y 85 dólares el barril. Para Laborda, si el precio no sube más "no tendría por qué impulsar más la inflación". Según el INE, en la evolución del IPCA de abril ha influido el descenso de los precios de los viajes organizados, pero principalmente el alza de los precios de carburantes y combustibles.

De hecho, por el barril de Brent, la calidad de referencia en Europa, se pagaban hace un año 51,39 dólares de media frente a los 85,55 dólares que cuesta de media en lo que va de abril.

Para el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díez, más que los precios del petróleo, es preciso seguir la inflación de los servicios, que es la que ofrece "el indicador de verdad", y esta casi se ha estabilizado desde diciembre, con valores próximos al 1% o ligeramente superiores.

ANIMO EMPRESARIAL En su opinión, esto significa que "el ajuste ya se ha acabado" y que las empresas empiezan a ver "cierto ánimo en sus clientes y no están por la labor de bajar los precios".

Para el final del año la previsión es una tasa de inflación en torno al 1,5%. El alza del precio de los carburantes hizo que el IPCA alcanzase una cota histórica del 5,3% en julio de 2008.