El sector de la construcción en España caerá el 17,7% este año y seguirá disminuyendo durante los dos siguientes a causa de los recortes del sector público en obra civil e infraestructuras, según un informe del Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (ITEC). El responsable de la unidad de prospectiva económica, Josep Ramon Fontana, lamentó ayer la incertidumbre actual respecto a la obra civil --que caerá un 25% en el 2010 frente al 2009, y el 10% en el 2011--, lo que deja "sin amortiguador" al sector en España.

El ITEC es una fundación con participación privada y de la Generalitat y el único miembro español de Euroconstruct, un grupo de 19 institutos europeos de la construcción de la Unión Europea que cada año elabora dos informes sobre la situación del sector. Los datos expuestos ayer corresponden al informe del primer semestre. Coinciden con el anuncio por parte del ministro de Fomento, José Blanco, de que todas las obras cuyo grado de ejecución estén por debajo del 80% se verán afectadas por el recorte presupuestario que prevé el ministerio.

La reducción en obra pública será de 6.400 millones de euros. Se retrocederá así al nivel inversor del 2004. Las líneas ferroviarias son las grandes vencedoras de este tijeretazo, ya que, excepto la conexión de Alta Velocidad con Cantabria, se prevé que el resto de vías siga su curso.

Según los técnicos del ITEC, la caída de la contratación de obra civil se puede moderar en el 2011 si se aplica el paquete anunciado pero no concretado por el Gobierno de proyectos con financiación público-privada. Pero, en todo caso, las expectativas para el sector no son buenas, puesto que la caída prevista supera de largo el descenso del 4% estimado para la media de europea, mientras que en el 2011 ya crecerá en torno al 1,2%, y en el 2012, el 2,4%.

EN PLENA CRISIS El director general del ITEC, Anton M. Checa, ha apuntado que mientras Europa está llegando "al final de la recesión", España está todavía "en plena crisis". Destacó que en la construcción residencial este año se producirá un mínimo histórico con 90.000 viviendas iniciadas, frente a las 850.000 que se alcanzaron en el momento álgido del boom inmobiliario, hace cuatro años.