El presidente y accionista de la inmobiliaria Metrovacesa, Joaquín Rivero, dio ayer prácticamente por zanjada la lucha por el control de la empresa que mantiene desde hace semanas con la familia Sanahuja, primer socio de la inmobiliaria, con el 24,8% del capital. Rivero no contempla que el grupo catalán mejore la opa que el pasado marzo lanzó sobre un 20% de la compañía, porque ahora, tras la contraopa por el 26% del capital que formuló el propio Rivero junto con el empresario Juan Bautista Soler (que controlan juntos el 12,9% del capital), Sanahuja debería extenderla al 100% de las acciones, lo que elevaría el coste de la operación a un máximo de unos 15.000 millones de euros.

Rivero recordó que una opa por el 100% de Metrovacesa requiere lanzar otra sobre la sociedad francesa Gecina, de la que la inmobiliaria española tiene un 68,54%, y presentar avales por los créditos que la empresa tiene condicionados a cambio del control del accionariado, valorados en 3.000 millones de euros.

Rivero y Bautista reiteraron que el objetivo de su estrategia es evitar que la firma caiga en manos de un solo accionista de control y que las decisiones se sigan tomando por consenso.