España ha sido el país de la antigua Unión Europea (UE) de 15 miembros que más aumentó la presión fiscal entre el 2000 y el 2007, con una subida acumulada del 2,9%, hasta el 41% del producto interior bruto (PIB). El aumento es prácticamente el mismo que ha aplicado Portugal. Sin embargo, en relación con la UE actual de 27 miembros, España pasa a ser el cuarto país en porcentaje de crecimiento de la presión fiscal.

Los datos, basados en las estadísticas de Eurostat, los facilitó ayer el Instituto de Estudios Económicos, vinculado al sector empresarial. De las mismas cifras se desprende que, a pesar del aumento de la presión fiscal, España continúa por debajo de la media de la UE-27 en porcentaje de ingresos fiscales del Estado respecto al PIB. En el 2007 todavía estaba 3,9 puntos por debajo de los 44,9% de la media comunitaria y ocupaba el decimoquinto puesto de la lista por este concepto.

TENDENCIAS En los países de la antigua UE-15 se ha hecho un esfuerzo por reducir la presión fiscal desde el año 2000, aunque en España y Portugal la tendencia ha sido la contraria, con un alza considerable. Los nuevos miembros de la Unión Europea, en cambio, registran en su mayoría un incremento de los ingresos fiscales expresados como porcentaje del PIB.

En el conjunto de la UE, Suecia registró la mayor presión fiscal con el 56%, seguida de Dinamarca (55,1%), Finlandia (52,7%), Francia (49,9%), Bélgica (48,7%) y Austria (47,5%). En todos estos casos la presión fiscal descendió durante el periodo 2000-2007. Por contra, el siguiente de la lista, Chipre (47,2%), lideró el aumento impositivo del periodo, con una subida de 12,5 puntos. Italia y los Países Bajos tuvieron unos aumentos leves y se sitúan en un 46,6% y un 46,3%, respectivamente. Rumanía es el país de la Unión Europea con menos peso de los impuestos, el 34%.