La primera jornada de huelga convocada por los trabajadores de Spanair se desarrolló ayer sin contratiempos. Los servicios mínimos evitaron que los usuarios notaran los efectos del paro, un acto de protesta convocado por el comité de empresa de la aerolínea en Palma para exigir unas "condiciones justas de traslado" de los empleados de la sede de Palma a Barcelona y que se repetirá todos los lunes y viernes.

El comité amenazó con extender la huelga durante todos los días de la semana en caso de que no se aplacen seis meses los traslados de los empleados previstos para septiembre, petición que ha recibido el apoyo del Gobierno Balear.

Fuentes de Spanair aseguraron que es innegociable una subida salarial para los que se trasladen, pero que la compañía está dispuesta a "mejorar" la indemnización de 20 días por año trabajado ofrecida en un primer momento a los trabajadores que decidan rescindir su contrato. El comité cifra en 480 el número de trabajadores afectados por los traslados, mientras que la aerolínea contabiliza 382.