El Manual de Productos Fiduciarios que ofertaba BBV-Privanza Jersey fue encontrado por Baltasar Garzón en el registro de las sedes de ese banco en Madrid y Barcelona en mayo del 2000 cuando investigaba el presunto cobro de comisiones en la Expo 92. La Agencia Tributaria lo examinó y descubrió, en el 2002, que esos productos eran ofrecidos a clientes especiales cuyas inversiones superaban los tres millones de euros.

Todos los productos que aparecían en esa guía tenían en común una estructura de sociedades interpuestas (fiduciarias) con sede en paraísos fiscales, aunque la trama usaba como eje central la sociedad Canal Trust Company (CTC) cuya función era dar un domicilio social, fiduciarios, consejeros y administradores a las otras sociedades pantalla.

El BBV informó al Banco de España en el 2002 que 120 clientes de Privanza eran residentes españoles y que disponían de saldos de más de 60.100 euros. La Agencia Tributaria ha investigado a más de 600 personas. En diciembre del 2005, las pesquisas afectaron a los despachos de abogados en Madrid y Barcelona, De Miguel, Morgan y Morgan y Pretus. Hasta el momento, han sido imputadas 30 personas.