Sin ambages. La crisis de la construcción residencial ya es un hecho en España y se ha adelantado un año sobre las previsiones más pesimistas, que la situaban a mediados del 2008. Así lo reconoció ayer el director general del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña, Anton M. Checa, al presentar el informe de invierno de Euroconstruct, un grupo independiente de análisis formado por 19 institutos europeos.

El frenazo del segundo semestre ha obligado a revisar a la baja las previsiones, y ahora se prevé un cierre del ejercicio con una caída de la actividad residencial del 3%, que empeorará en el 2008 con un descenso del 8% y se agravará más en el 2009, con un bajón del 10%.

Pese a estos porcentajes a la baja, en España se acabarán unas 775.000 viviendas y se iniciarán 680.000. Estas dos cifras se reducirán hasta las 550.000 iniciadas y las 650.000 finales de obra en el 2009, según Josep Ramon Fontana, responsable de prospectiva del Itec.

La parte más dura del reajuste se producirá en el 2009 porque está previsto que "aumente el estoc por colocar y que se mantenga la poca predisposición financiera". Además, estarán los que abogan por una bajada de precios para reactivar la demanda, lo que hará que la producción se ajuste a las necesidades de vivienda demográficas y que se calculan en medio millón de pisos al año.

COMPENSACION El informe técnico añade que la caída de la producción residencial quedará compensada, en parte, por el aumento de la actividad de otros subsectores de la construcción, como la obra civil, la edificación no residencial y la rehabilitación. Así, para el 2007, la actividad global de la construcción mantendrá un aumento del 1,4%, mientras que en el 2008 entrará en tasas negativas del 0,6%, que se agravará en el 2009, con una caída del sector del 1,8%.