Sin dar ni un solo día de tregua, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, criticó ayer las ideas del nuevo secretario de Estado de Economía sobre la necesidad de una reforma laboral, el mismo día en que José Manuel Campa prometió el cargo.

Méndez calificó de "descarriadas, injustas e inútiles" las propuestas de reforma laboral plasmadas en un documento firmado por Campa y otro centenar de economistas hace un mes, bajo el impulso de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). El documento incluye la propuesta de un contrato laboral único, de carácter indefinido, con una indemnización por despido creciente en función de la antigüedad, como fórmula para acabar con la elevada temporalidad del mercado español. "Espero que no tenga eco en el Gobierno", afirmó Méndez.

En el ministerio, durante el acto de toma de posesión del cargo del nuevo secretario de Estado, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, destacó que la lucha contra el desempleo, "la cara más amarga" de la crisis, será la "principal prioridad" de Campa, por encima, incluso, de la agenda económica internacional, que incluye la presidencia española de la Unión Europea (primer semestre del 2010) y la participación en los foros mundiales activados por la crisis financiera.

"TODOS ESCRIBIMOS COSAS..." La implicación de Campa en el debate laboral fue objeto de todo tipo de comentarios en los corrillos tras su toma de posesión. "Todos escribimos cosas a veces que luego hay que contrastar", comentó la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en un corrillo. En contra de la reiterada negativa de Zapatero a una reforma laboral, un alto cargo del Gobierno aventuró ayer, sobre las ideas de Campa, que "eso es lo que al final se va a hacer".

Campa rehusó hacer comentarios, lo mismo que su antecesor, David Vegara, cuyo "excelente trabajo y calidad humana" fueron elogiados por Salgado.