En los primeros meses del 2010, el Gobierno trasladará a la mesa de diálogo social "propuestas de modificación del marco legislativo laboral" para debatirlas con los sindicatos y la patronal. El presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, fijó seis bloques de reformas y dejó claro que no hay cabida ni para la reducción del coste del despido ni para un nuevo contrato anticrisis con menor indemnización. Desde el punto de vista del Gobierno, las áreas de reforma deben afectar a la negociación colectiva y al uso de la reducción de jornada como instrumento de ajuste temporal de empleo, tomando como base el modelo alemán. El Ejecutivo también se plantea una revisión de las actuales bonificaciones a la contratación de trabajadores y el refuerzo de los servicios públicos de empleo, así como medidas para reducir la temporalidad y controlar los procesos de incapacidad.