Los bancos de Estados Unidos han pasado, si no con un notable al menos con un aprobado, el examen al que durante tres meses les ha sometido el Gobierno de su país. Y ayer, menos de 24 horas después de que la Reserva Federal hiciera públicos los resultados de las pruebas de estrés con las que ha estudiado al sector, volvía la confianza. Se confirmó cuando dos de las 10 entidades a las que Washington urgía el jueves a reforzar su capital --Wells Fargo y Morgan Stanley-- lograron recaudar cada una más de 5.500 millones de euros con la venta de acciones y bonos.

En definitiva, 10 de las 19 mayores instituciones financieras del país necesitan recaudar unos 55.000 millones de euros, según la inédita evaluación, en la que se estimó cuánto perdería cada banco en caso de una crisis aún mayor de la actual (aunque no tan grave como algunos analistas prevén que puede llegar a ser). Lo que se calculaba era si tenían recursos suficientes para absorber pérdidas en esos escenarios hipotéticos a la vez que mantenían estándares mínimos de reservas.

"Los resultados deberían dar considerable consuelo a los inversores y a los ciudadanos", dijo el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, al anunciar los datos con el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, en cuyo Departamento hay otro motivo de alivio. En las arcas públicas a las que el Congreso dotó de un paquete de ayudas de 514.000 millones para el sector solo quedan unos 80.000 millones, pero las pruebas de estrés estiman que solo GMAC (el brazo financiero de General Motors) podría necesitar fondos federales.

BUENAS PERSPECTIVAS Con el examen realizado, ahora empieza a avanzar el cronómetro. Los bancos tienen de plazo hasta el 8 de junio para presentar a los legisladores sus planes para lograr el capital privado que necesitan y cinco meses más para conseguirlo. Y si la jornada de ayer se toma como indicativo, parece ser que hay buenas perspectivas. Los mercados bursátiles respondieron con subidas al optimismo sobre el futuro del sector y sobre el inicio de recuperación (o al menos el cese del declive) de toda la economía. En el continente europeo, los parquets acabaron la jornada con subidas cercanas al 2%. También Wall Street subió ese porcentaje.

Los resultados de las pruebas --elaboradas con la hipótesis de un escenario en que el paro alcance el 10,3% y la contracción económica se eleve al 3,3%--, han contribuido a subrayar la frontera que cada vez divide más claramente a las entidades más débiles de las más sanas. Entre las primeras se alza Bank of America, a la que el Gobierno insta a recaudar 25.000 millones. A las más fuertes, entre las que está JP Morgan Chase, se les permitirá empezar a devolver las ayudas federales, y se reabren las puertas a medidas internas como el pago de primas.