El PSOE trata de surfear la ola de protestas de las pensiones que ha llevado a la calle a miles de jubilados y amenaza con sacudir la apatía ciudadana que parecía haberse instalado tras la segunda investidura de Mariano Rajoy. El partido de Pedro Sánchez desea liderar esa demanda en lo político para atenazar al gobierno del PP entre la tensión social de las movilizaciones y la presión desde el Parlamento. Esa estrategia dual se traducirá en una proposición de ley que presentarán este martes para derogar la actualización de las pensiones del 0,25% para exigir que el cálculo se haga en base al incremento del Índice de Precios al Consumo (IPC) y, también, en la presencia de dirigentes socialistas en las manifestaciones. Ambas líneas fueron validadas en la reunión de ejecutiva del partido este lunes.

Los socialistas no ocultan su satisfacción por la oleada de protestas. En enero lanzaron una campaña para hacer más sostenibles las pensiones y reducir el déficit de la Seguridad Social a través de una nueva "cesta de impuestos". El propio Sánchez defendió la creación de dos impuestos (uno de transacciones financieras y otro directo a la banca) para acabar con el agujero de la "hucha" de las cotizaciones. Su iniciativa fue criticada por el Gobierno, Podemos y Ciudadanos. No estará incluída, sin embargo, en la proposición de ley que se da a conocer este martes, que se centra exclusivamente en exigir que el cálculo de la pensión se haga en función del incremento de los precios. Los socialistas exigen respuestas inmediatas del Gobierno y apelan al resto de grupos de la oposición para que la apoyen.

Ahora, con los pensionistas en pie de guerra, el PSOE considera un acierto haber levantado la bandera por los jubilados y presiona a Rajoy con el fantasma de las movilizaciones sociales para que recule. "Estamos contentos de haber puesto el problema en el centro de la agenda política", se felicitó el secretario de Política Económica socialista, Manuel Escudero, este lunes. En la lógica de potenciar el reclamo de los jubilados, anunció que el PSOE apoyará en la calle las manifestaciones de pensionistas y sindicatos previstas para los próximos 1 y 15 de marzo así como los paros del día 8 en contra de la brecha de discriminación salarial entre hombres y mujeres. "Con toda la humildad del mundo estaremos en la calle", anunció. Escudero.

ELECTORADO CLAVE

El PSOE apuesta por "racionalizar" los gastos de la Seguridad Social y acompañarla de nuevas fuentes de ingresos para "aminorar el agujero" de las arcas públicas. Consideran los socialistas que existe esperanza y que, con presión, el Gobierno podría dar marcha atrás y asumir una revalorización de las pensiones basada en el IPC.

Más allá de la demanda social por el futuro de las pensiones, PSOE y PP mantienen una pugna por el voto de los jubilados. Se trata de un nicho electoral perdido por los socialistas cuando la crisis se llevó por delante el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que pasó a engrosar los resultados de los populares. Ahora, Sánchez aspira a reconquistar ese electorado consciente del peso que tiene en escenario en el que los jóvenes parecen dormir entre la apatía y la abstención.