El Ibex 35 comienza el nuevo semestre tal y como terminó el anterior, en caída libre. Aun así, el selectivo español atenuó las pérdidas, que podían haber sido más abultadas, hasta el 2,29% y cerró en 11.770 puntos, mínimo desde agosto del 2006, gracias al dato favorable de actividad manufacturera en EEUU, lo que permitió que Wall Street se moviera entre descensos moderados. Las constructoras sufrieron de lo lindo, mientras que los blue chips evitaron males mayores. Además, el crudo siguió por las nubes.

Las constructoras, cuyo elevado nivel de endeudamiento hace pensar en lo peor a los inversores, fueron las principales víctimas de la sangría bursátil. Una sesión marcada por el fuerte volumen contratado por operaciones de lavado de cupón en la que una decena de valores sufrió desplomes cercanos o superiores al 5%. OHL debutó en el indicador selectivo con una corrección del 4,77%. Sacyr Vallehermoso se dejó el 7,82%, seguida de ACS (-5,86%), FCC (-5,38%), Ferrovial (-4,88%) y Acciona (-3,77%). Fuera del Ibex, pero en el sector del ladrillo, Colonial se desplomó otro 10%, mientras que Afirma registró pérdidas del 7,92%. La aerolínea Iberia se dejó el 5,92% por el encarecimiento del petróleo. Telecinco cayó el 6,77% tras comentar que los ingresos por publicidad han bajado en España en el mes de junio. Abengoa completó el grupo de valores con correcciones por encima del 5%. El Banco Popular perdió el 4,78% una vez que se esfuma cualquier posibilidad de operación de compraventa en su seno.

Entre el resto de valores, Técnicas Reunidas, Iberdrola Renovables, Bankinter, Acerinox y Abertis perdieron más del 3% de su capitalización. Mientras que las tres mayores empresas del Ibex 35 impidieron que la sangre llegara al río (del todo). El Santander y el BBVA perdieron el 1,63 y el 1,31%, respectivamente. Telefónica cerró con una ligera corrección del 0,24%, en tanto que Iberdrola y Repsol, por su parte, cedieron el 2,75% y el 2,56%.