La Fundació RACC propone eliminar el actual impuesto de matriculación, que está cedido a las autonomías, y una reforma en profundidad del de circulación, de competencia local, que haría que los coches pagasen en función de sus emisiones de CO2. La iniciativa planteada al Gobierno, presentada ayer, tiene en cuenta las propuestas de la Comisión Europea. En todo caso, los cambios planteados supondrían una redistribución de cargas, "no más impuestos".

Con esta propuesta, los coches híbridos pagarían de media un 94% menos que ahora y los todoterreno tributarían un 34% más, según la entidad. Esta política, afirmaron, supondría un incentivo para que los fabricantes apostaran por las tecnologías más limpias con un coste casi nulo para las arcas públicas.