El presidente del PP, Mariano Rajoy, estuvo ayer en el encuentro anual de empresarios de Sitges (Barcelona), donde aseguró que la economía española "ha perdido credibilidad internacional ante el daño que ha sufrido la calidad de sus organismos de regulación y supervisión", en referencia al papel de la Comisión del Mercado de Valores y de la Comisión de la Energía en la pugna entre opas por comprar Endesa.

Rajoy hizo suya la reivindicación empresarial de una rebaja del impuesto de sociedades, englobada en un "marco fiscal competitivo" que supone la equiparación con el tipo impositivo que pagan las empresas por sus beneficios en otros países, superior al español. La reforma fiscal que prometió del PP también incluirá el apoyo a familias, reduciendo su carga impositiva.

Las críticas al Gobierno estuvieron centradas en la teoría del PP de que "la larga mano del Gobierno intervenía en la vida de las empresas, interfería (o intentaba interferir) operaciones de mercado". Asimismo, Rajoy echó en falta una mayor preocupación por corregir los desequilibrios del modelo de crecimiento económico, sustentado en los servicios y la construcción. "Se crece, pero no se hace con calidad", dijo Rajoy, que recordó que se ha creado mucho empleo en sectores de baja productividad.