La ralentización del sector inmobiliario y el alto precio del crudo han hecho disminuir el 27,5 por ciento el superávit del Estado de los dos primeros meses del año respecto al mismo periodo del año anterior, hasta los 9.381 millones de euros, el 0,84 por ciento del PIB.

Así lo explicó hoy en rueda de prensa el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, quien añadió que este superávit -en términos de contabilidad nacional- fue resultado de unos ingresos por valor de 31.338 millones de euros, que fueron el 1,1 por ciento inferiores a los de los dos primeros meses de 2007, y unos pagos de 21.957 millones, el 17,2 por ciento más.

En términos de caja -que computa los ingresos y pagos cuando se efectúan y no cuando se comprometen, como hace la contabilidad nacional-, el Estado registró un superávit de 3.831 millones de euros en los dos primeros meses del año, el 38,5 por ciento menos que los 6.231 millones alcanzados un año antes. Ocaña subrayó que los dos primeros meses del año no son un periodo de tiempo suficiente para saber si esta tendencia se mantendrá durante el año.

Ocaña destacó que el Estado se encuentra "cómodo" con la previsión de superávit para este año del 0,6 por ciento del PIB y afirmó que no se repetirá el "histórico" de 2007, que fue del 1,29 por ciento. En este sentido, advirtió de que habrá que "rehacer" esos cálculos por la deducción en el IRPF de 400 euros a los contribuyentes que pagan este impuesto, una medida que se aprobará en el primer Consejo de Ministros "con contenido".

Sobre la previsión de crecimiento del PIB del 3,1 por ciento para este año, Ocaña reconoció que hay unos riesgos "claramente" a la baja, como la situación internacional "que no estaba previsto", y la caída del sector de la construcción, "que sí estaba prevista".

Ocaña también anunció que Hacienda aplazará el pago fraccionado del Impuesto sobre Sociedades que las empresas debían hacer en abril, con el objetivo de que el ministerio "garantice la neutralidad" de algunas medidas del Plan General de Contabilidad, y que no les afecte en términos fiscales. El secretario de Estado señaló, sobre su futuro, que "el equipo, en líneas generales, va a seguir, al igual que su política económica".